El otro día Mendilibar, entrenador del Osasuna, dijo: “Lo grande del
Atlético de Madrid es que con grandísimos jugadores sabe jugar como un equipo
pequeño, no hace cosas raras (…) Si tienen que despejar largo el balón porque
están presionados, lo hacen, no están obligados por un estilo…”. Es decir, el
Atleti, mi Atleti, gracias a Don
Cholo ha conseguido un estilo propio sin estar obligado a un estilo, el estilo
sin estilo, el ser quien eres en cada momento y, dependiendo de la situación,
actuar de la mejor manera posible, sin estar forzado por nada ni por nadie.
Simeone
ha impregnado a los jugadores de una actitud y una filosofía basada en el
presente y en la lucha, mirar siempre el partido que toca en cada momento y no
preocuparse por tiempos pasados ni por futuros, darlo todo en el campo hasta
acabar rendido. Si todo eso funciona y se gana, estupendo, si no, nada que
reprochar. Esto es el Cholismo, dar
el 100% en lo que haces y pensar en el momento presente, si sigues estas
máximas no tienes porque culparte, lo que ocurra después es producto del azar,
la suerte, la vida o como quieras llamarlo, factores imposibles de predecir y
controlar.
Si
trasladamos esta manera de ver el fútbol a la vida, el Cholismo se equipararía a la filosofía del zen, del aquí-ahora, del
presente, del centrarte en lo que haces en cada instante, no pensar más allá de
lo que te concierne ahora mismo. Poner los cinco sentidos en cada acción, en
cada trabajo o situación en la que te impliques, dar el máximo sin metas ni resultados.
No busques obtener resultados, eso es vivir en el futuro y eso solo conlleva
quebraderos de cabeza.
La
temporada pasada Simeone, hablando de penaltis pitados y no pitados
injustamente, antes de jugar un partido de Europa League contra el Valencia
recordó que él había perdido un Liga en Italia en el último minuto de manera
injusta y que nadie se la devolvió, pero que así era el fútbol. No buscaba
excusas ni culpables, no responsabilizaba a nadie, los errores se cometen y hay
que saber asumirlos, tanto los tuyos como los de los demás. Así es la vida, ni justa ni injusta, es como
es y lo mejor es que lo aprendamos lo antes posible y sepamos convivir con
ello, porque también puede ser maravillosa y si nos quedamos recordando lo que
pasó, lo que pasará o lo que no hicimos bien no la disfrutaremos plenamente.
Otra enseñanza cholista.
El
Cholo ha llegado a nuestras vidas no sólo como entrenador si no también como un
nuevo Maestro Zen, un maestro espiritual que imparte una filosofía del fútbol
que podemos llevar a nuestra vida diaria, por eso quiero fundar esta nueva
religión o, sin ser tan pretencioso, este nuevo pensamiento conocido como el cholismo zen que resumiéndolo sigue
estos simples principios: 1) vive aquí-ahora, 2) da el máximo en todo lo que hagas
sin pensar en los resultados y 3) ten a un delantero como Falcao en tu equipo.
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